¿Qué define la interna radical?


Los radicales de Entre Ríos se encaminan a protagonizar el domingo que viene una interna no buscada por la mayoría de la dirigencia partidaria, que intentó sortearla con el armado de una lista única. La falta de acuerdo hizo que haya dos: una encabezada por el diputado provincial Fuad Sosa (expresión de un acuerdo entre los sectores de Atilio Benedetti y Fabián Rogel, hasta hace poco duros adversarios) y otra por el intendente de Maciá, Ricardo Troncoso, que lidera una propuesta en la que militan la mayoría de los jefes comunales del radicalismo. 


Pero ¿por qué no hubo acuerdo? ¿qué es lo que definirán con su voto los afiliados al principal partido de UNEN en Entre Ríos?. En principio, lo de manual: una interna resuelve los liderazgos hacia el interior de una organización partidaria, define quien manda. Aunque aquí, en principio, la puja no es entre Troncoso y Sosa, sino entre Troncoso y Atilio Benedetti (líder de la corriente Illia que integra Sosa y que es conducción partidaria) más el diputado Fabián Rogel, más el ex intendente Sergio Varisco y los demás aliados de la Alternativa Radical Entrerriana que en el último tramo de este proceso acordó con el oficialismo partidario. 



Pero, más allá las declaraciones de circunstancias ¿qué diferencia hay entre Troncoso y Benedetti, más Rogel, más Varisco? No es una respuesta sencilla. Para tomar un asunto bien caliente, como es el futuro marco de alianzas de UNEN, se advierte que, al menos a nivel discursivo, Troncoso es quien con más claridad ha planteado un acuerdo con PRO e incluso ha avanzado en ese sentido en algunos distritos. Pero eso no quiere decir que sus adversarios se opongan, o que un triunfo de Sosa equivale a mantener UNEN como lo quieren los socialistas, con el PRO afuera. De ningún modo. 



En otro plano, también de manual: ¿Qué lista expresa renovación? En principio, claramente Troncoso, que enfrenta a un candidato de la corriente Illia, sector que conduce el partido desde que Benedetti es lo que es, cuando en 2009 devolvió a la UCR la victoria electoral que le era esquiva desde 1999. Pero ocurre que Sosa-Benedetti llevan de aliados a Rogel-Varisco y compañía, uno de los sectores que con más dureza criticó a la conducción partidaria pero que entendió que en esta instancia una interna no le haría bien al partido. Esto es: si gana Sosa, la próxima conducción no será sólo de la Illia, por primera vez en varios años. 



Otra clásica pregunta: ¿Qué lista expresa un rol opositor más contundente? Ambas partes se acusan entre sí de no haber desempeñado en estos años un rol opositor a la altura de las circunstancias, caracterizadas por una contundente hegemonía del urrikirchnerismo en la provincia. Al oficialismo (la Illia, a la que pertenece también el actual presidente de la UCR, Jorge D’Agostino) le reprochan la quietud partidaria y a Sosa en particular su bajo perfil opositor en la Cámara de diputados, compartido con sus cinco compañeros de bancada. Ejerció mucho más ese rol el diputado socialista Lisandro Viale, que hoy se postula como gobernador en el marco de UNEN. 



Sin embargo y al menos en términos de pronunciamientos mediáticos (léase: emitir comunicados a los medios sin esperar que lo llamen) Benedetti ha sido el dirigente radical que con más claridad, contundencia y continuidad criticó al gobierno de Sergio Urribarri. Mucho más que sus actuales socios internos y que Troncoso, conocido por su relación de amistad con el Gobernador, una veta que el intendente de Maciá supo explotar en beneficio de su gestión y que imitaron, por las mismas razones de gobernabilidad, los otros jefes comunales que lo acompañan en la lista. No obstante, ninguno de ellos llegó a jugar tan fuerte como Troncoso en el plano político, como ocurrió en las elecciones de 2011, cuando en plena campaña cuestionaba al candidato a gobernador de su partido, que era Benedetti. 



Al menos para una mirada externa, la interna radical se aprecia compleja y difícil de explicar. No se entiende, tampoco, cómo y por qué fue que uno de los cuatro sectores que componen (¿o componían?) el entramado interno de la UCR (el Movimiento Yrigoyenista Entrerriano) quedó afuera, luego de haber participado de las conversaciones para el armado de una lista de unidad. Ningún dirigente tradujo políticamente lo que eso significa, como tampoco se dieron mayores explicaciones del acuerdo que sostiene a la postulación de Sosa. 



Como cuestión de fondo hay que señalar que esta interna se desarrolla sin candidaturas a gobernador lanzadas dentro del principal partido de la oposición de Entre Ríos, en un momento donde todas las fuerzas políticas ya avanzaron en ese camino. Troncoso ha dicho que, si gana, antes de diciembre de su espacio surgirá un postulante; Rogel que si no hay nadie va a jugar él mismo, porque un dirigente no puede dejar sin alternativas a su partido; y Benedetti, que siempre está, dejó en claro que esta vez no será la excepción. Pero ninguno lo formalizó y, con ello, quieran o no, refuerzan la idea de que la UCR carece de candidatos competitivos y necesita de uno ya instalado. Este es, ni más ni menos, el argumento de PRO para hacer pie en Entre Ríos con De Angeli parado sobre la estructura del radicalismo.

Fuente: Página Política

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