El gobernador no muestra una obsesión por lo que se publica. Su perfil es casi opuesto al de su antecesor. El vicegobernador hizo de las redes sociales una herramienta fundamental. La vuelta de Sergio Gómez.
Un repaso en las últimas horas por los perfiles de Gustavo Bordet, Humberto Bahl y Sergio Urribarri, en Facebook y Twitter, muestra cabalmente la estrategia que ha tenido cada uno en materia de comunicación.
Las redes sociales pasaron a ser el principal instrumento para dar a conocer un proyecto, anunciar una política de gobierno o reflexionar sobre una efeméride. Esto de mínima. Pero también se han convertido en una herramienta fundamental para hacer política desde la comunicación.
Urribarri, cuando fue gobernador, acompañó el proceso por el cual explotaron las redes sociales. El entonces mandatario montó una estructura extraordinaria bajo el nombre de “equipo moderador”. Allí anidaron quienes se encargaron de manejar Facebook y Twitter, la página personal de Urribarri y quienes se encargaban de seguir programas y lo que decía y escribían periodistas en sus perfiles personales. Todo eso estuvo a cargo del ministro de Comunicación y Cultura Pedro Báez.
Urribarri no sólo se encargó de cumplir con la comunicación institucional, sino que hizo de su personalidad un show permanente. En Facebook publicó diariamente encuentros familiares o actividades propias de su vida “privada”. Sus recorridas, más aún en plena campaña, fueron acompañadas por cronistas y fotógrafos. La decisión política de mostrar a un gobernante entre cercano a la gente, con u n perfil chabacano se podía ver en innumerables galerías de fotos. Salvo con la prensa, el contacto de Urribarri fuera de Casa de Gobierno es acreditable.
El presidente de la Cámara de Diputados, después de meses de silencio, activó su cuenta de Facebook. Luego de los post en los que explicó su ausencia, Urribarri se instaló nuevamente en el escenario político e institucional. Habló del peronismo, se defendió de las críticas y no se privó este domingo de saludar a los maestros en su día. Detrás de todo eso está Sergio Gómez, su ideólogo comunicacional.
Sin embargo, el cuerpo legislativo que preside Urribarri no emite comunicados de prensa de la actividad que se lleva adelante. Las crónicas que se difundieron de alguna sesión fueron aquellas que tuvieron como principal interesado al Poder Ejecutivo que fue el que las divulgó. La poca circulación de información la abastecen los mismos diputados.
Lo mínimo
Bordet muestra en las redes sociales un perfil absolutamente diferente al de su antecesor. El gobernador se limita a dar a conocer en las redes sociales las actividades de gestión y jornadas políticas que, en su mayoría, luego son divulgadas por el área de prensa.
El mandatario no tiene un equipo moderador o una estructura aparte. Su comunicación personal no se diferencia de la oficial. Difícilmente desde el Facebook se publiquen fotos de un cumpleaños de algún familiar o un encuentro que esté pero fuera de la agenda oficial. “No es su estilo”, apuntó un integrante de la Secretaría de Comunicación.
De la Secretaría de Comunicación depende el área de “contenidos”. Allí se timonea el Facebook y el Twitter. Por otro lado están los cronistas y camarógrafos que siguen al gobernador. Maricel Brusco redacta las crónicas, muchas de ellas las supervisa Edgardo Kueider, antes de difundirlas. Kueider es el secretario general de la Gobernación, una especie de jefatura de gabinete.
Un detalle que contó el colaborador muestra que estos asuntos no es un desvelo para Bordet. El perfil del gobernador en las redes sociales lo manejan varias personas, no uno sólo.
Otra marcada diferencia con Urribarri es su relación con la prensa. En todos los actos oficiales Bordet se queda hablando con los periodistas. Programas de radio y diarios lo han entrevistado sin muchas vueltas.
Desestructurar la política
Bahl es, quizás, el que más desarrollo de contenidos tiene en las redes sociales. El vicegobernador tiene un producto colgado en sus perfiles.
“Hace varios años atravesamos un momento de la híper personalización de la política. La gente está menos interesada por los partidos políticos o la política, se interesa más por la persona y sus circunstancias, por eso la comunicación en la actualidad tiene que humanizarse, transmitir valores, emociones de otro modo creo que no llega a los usuarios y vecinos”, explicó Camila Farías, encargada de la comunicación de Bahl.
La licenciada puso como ejemplo el video que se difundió el día del niño y que muestra a Bahl repartiendo juguetes a niños que estaban internados en hospitales. A esa jornada se sumaron los hijos del vicegobernador.
Para Farías, que este viernes disertó en una jornada sobre redes sociales y comunicación política, Facebook y Twitter son fundamentales en la estrategia comunicacional de un dirigente. “Competimos todo el tiempo con otros contenidos que atraen la atención de la gente, por eso estamos pensando todo el tiempo en piezas de comunicación que logren captar la atención. Lo hacemos a través de la prueba y el error”, señaló y se mostró convencida de que la gente “no lee las noticias ni se informa como antes, sino que hace un uso activo de las redes sociales”.
El Senado mantiene su área de prensa desde donde se divulgan las actividades del cuerpo, tanto las sesiones como el trabajo en comisión. De eso se encarga Néstor Banegas, de los más experimentados asesores del ámbito parlamentario.
Fuente: Pagina Politica
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